Crónica de Vicente Manuel Candela Díaz.
El pasado 7 de julio la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico de Yecla “AMAYecla” visitó la comarca de la Alcarria en Guadalajara, con la intención de conocer el devenir histórico de esta región y su riqueza patrimonial.
Iniciamos nuestro viaje visitando las instalaciones del parque arqueológico de Recópolis en Zorita de los Canes. En él pudimos conocer la evolución histórica de este asentamiento que llego a ser un importante centro administrativo de la zona central del reino visigodo de Leovigildo. Recopolis, fue fundada “ex novo” en el año 578, en honor a Recadero y se articula en dos zonas fundamentalmente: la “villa alta o área palatina” y la “villa baja”.
Ya en el exterior del recinto arqueológico, decidimos realizar una ruta por las inmediaciones del mismo, donde pudiendo contemplar unas impresionantes vistas del río Tajo y de la imponente alcazaba de Zorita de los Canes.
Tras la visita a Recópolis, una vez en Pastrana, nos detuvimos a conocer la gastronomía local: migas, cordero asado en horno de leña, tarta de piñones…
Una vez terminada la comida, visitamos el Convento del Carmen, fundado en 1569 por Santa Teresa de Jesús y reformado en el siglo XVII. Este convento alberga el “Museo Teresiano” y de “Historia Natural”, donde pudimos contemplar la colección de óleos, que narran la llegada de Santa Teresa a Pastrana y la fundación del convento, además de otras obras pictóricas y escultóricas, entre las que destaca el Cristo de la Verdad de Gregorio Fernández.
Durante la visita al casco histórico de Pastrana, llegamos a la Plaza de Hora o Plaza Mayor, donde se ubica el Palacio Ducal, construido por orden de Doña Ana de Mendoza y de la Cerda, princesa de Éboli, en 1541, con proyecto del arquitecto Alonso de Covarrubias. Este palacio fue declarado Monumento Nacional en 1941, y Conjunto Histórico-Artístico en 1966.
Abandonamos Pastrana rememorando las palabras de Camilo José Cela “Pastrana es mucho pueblo para pateárselo en un día”.
En Guadalajara pudimos visitar sus edificios más emblemáticos como el Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo o el Palacio del Infantado.
De camino a Sigüenza hicimos un alto, para conocer Trijueque, ciudad elevada sobre el terreno que conforma un gran mirador natural hacia todo el campo de la Alcarria.
Una vez en Sigüenza visitamos la Catedral, ubicada en el centro de la ciudad. Esta edificación comenzó a construirse en el siglo XII pero no se terminará hasta el siglo XVI, alargándose la finalización de los motivos decorativos y ornamentales hasta el siglo XVIII.
Finalizada la visita, iniciamos el ascenso hacia el Castillo-Parador, durante el mismo pudimos contemplar diferentes edificios singulares de la ciudad como la Casa del Doncel. Una vez alcanzada la cima, visitamos el Parador, pudiendo admirar su patio y las fotografías, allí expuestas, mostrando su estado antes de la restauración y habilitación. Durante el descenso realizamos compras diversas en las diferentes tiendas de artesanía.
Terminamos rememorando las palabras del Nobel, dedicadas a tan excelsa tierra:
«La Alcarria es un hermoso país al que a la gente no le da la gana ir.
Yo anduve por él unos días y me gustó.
Es muy variado, y menos miel, que la compran los acaparadores, tiene de todo«.
Camilo José Cela
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