Crónica de Vicente Manuel Candela Díaz.
El pasado viernes 2 de noviembre de 2012, la Asociación de Amigos del Museo Arqueológico de Yecla “AMAYecla” visitó Córdoba, ciudad erigida a orillas del Guadalquivir.
Tras la llegada a la ciudad, procedimos a cruzar el Puente romano, desde el cual vislumbramos “la Fábrica”, que es como llaman allí cariñosamente a su Mezquita-Catedral.
A continuación procedimos a entrar en el Patio de los Naranjos, antesala de la Mezquita. Esta edificación comenzó a construirse con Abd al-Rahman I, los cimientos más antiguos se erigieron sobre los restos de la basílica visigoda de San Vicente, las diversas reformas e intervenciones que sufre a lo largo de la ocupación islámica no hacen más que engrandecer al monumento, convirtiéndolo en un centro de culto de referencia. Córdoba fue conquistada en 1236, por Fernando III El Santo, que respetó el edificio y lo transformó al culto cristiano.
Una vez terminada nuestra visita a la Mezquita-Catedral, nos dirigimos a la judería donde pudimos deambular por sus retorcidas callejuelas y visitar la Sinagoga. En el interior de este templo pudimos contemplar el pequeño Patio de Abluciones y la Sala de Oración, destacando de esta última la yesería con motivos mudéjares que decora sus muros.
Tras esta breve visita, recorrimos de nuevo las calles del viejo barrio hasta la avenida Conde Vallellano donde la antigua muralla linda con un jardín plagado de fuentes.
Por la tarde nos desplazamos hasta el Museo Arqueológico, erigido sobre los restos del antiguo teatro romano, del cual sólo se conservan las gradas, integradas en el Palacio de los Páez de Castillejo. El museo se encontraba en reformas, por lo que sólo pudimos contemplar una muestra representativa de las distintas colecciones que albergan sus archivos.
El segundo día de nuestro viaje amaneció lluvioso, así que haciendo nuestro el refrán “a mal tiempo buena cara”, decidimos que las inclemencias meteorológicas no iban a entorpecer nuestras actividades. Ataviados de paraguas y chubasqueros nos dirigimos a Madinat al-Zahra, antigua capital del Califato de Córdoba, fundada por Abd al-Rahman III en el año 936, su esplendor no será muy duradero, debido a que en el año 1010 la ciudad quedara reducida a un inmenso campo de ruinas, consecuencia de la guerra civil que puso fin al Califato de Córdoba.
Finalizada la visita al antiguo recinto, continuamos nuestro viaje hacia Montoro, esta ciudad se encuentra separada por el río Guadalquivir y unida por el puente de las Donadas, creando un hermoso paisaje.
La última parte de nuestro viaje, la pasamos recorriendo las empinadas calles de esta localidad, visitando además la Casa de las Conchas, la Plaza de España y la Iglesia de San Bartolomé construida con piedra molinaza, típica de la zona, y con un estilo gótico-renacentista.
Termina así unas jornadas de convivencia fraternal y de cultura compartida.
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